Puerto Rico y los Baños de Coamo: ¿La fuente de la juventud de Ponce de León?

El pueblo de Coamo se ubica a 10 millas al este de la ciudad de Ponce y ambos lugares pueden citar al intrépido explorador, conquistador y gobernador en su historia. Juan Ponce de León, por supuesto, fue el primer gobernador de Puerto Rico. Llegó a la isla (llamada San Juan Bautista al mismo tiempo) en 1508 para asumir como mandatario. A Ponce de León también se le asocia íntimamente con la leyenda de la Fuente de la Juventud. Muchas fuentes dicen que las dos expediciones exploratorias de Ponce de León, en las que primero descubrió y luego intentó colonizar Florida, fueron motivadas por los rumores que había oído acerca de una mágica Fuente de la Juventud. Si esto no es técnicamente cierto, la leyenda tiene cierto romanticismo que ha ayudado a mantener su popularidad. Sin embargo, lo que muchas personas fuera de Puerto Rico no saben es que la llamada Fuente de la Juventud de Ponce de León puede encontrarse dentro del propio Puerto Rico.

Coamo estaba despoblado antes de la llegada de los españoles y los aborígenes taínos estaban muy al tanto de las aguas termales que emergían burbujeantes en el lugar. Una vez que los colonizadores españoles se asentaron en el área, comenzaron a disfrutar de las aguas ricas en minerales de Coamo. Ya a principios del siglo XIX, se habían realizado trabajos estructurales en Coamo que condujeron a que los manantiales se convirtieran en unas piletas poco profundas. Se construyeron edificios y los colonizadores pudieron disfrutar de las aguas al estilo de un spa europeo tradicional. Éste fue el nacimiento formal de lo que se conoce como los Baños de Coamo.

En 1898, la guerra hispano-norteamericana dio lugar a la llegada de tropas que invadían la región con incursiones anfibias en las cercanías de Guánica y avanzaban tierra adentro hacia el territorio de Coamo, en donde se llevó a cabo la Batalla de Coamo. Aproximadamente unos 3.500 hombres de las tropas norteamericanas lideradas por el General James H. Wilson desplegaron una descarga de artillería sobre la guarnición española, tomando el pueblo de Coamo, forzando la retirada y produciendo daños significativos en los Baños de Coamo, los cuales nunca se repararon en su totalidad.

Hoy, el Parador Baños de Coamo, de 48 habitaciones, les ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de las sanadoras aguas termales de los Baños legendarios; a lo mejor, las mismas aguas que disfrutó Ponce de León, y me atrevo a decir… que lo hicieron sentir “rejuvenecido”.